Las declaraciones claras, sinceras y concordantes de personas de diversas razas, países y profesiones sobre por qué aceptaron el Islam reflejan sus convicciones personales sobre la diferencia y superioridad del Islam respecto a las demás religiones. Se pueden resumir de la siguiente manera:
• La religión islámica reconoce a un solo creador, un ser digno de ser. El nombre de este ma’bûd (ser digno de ser adorado) es Allâhu ta’âlâ. El sentido común inspira a las personas a creer que hay un solo Alá. Una persona razonable no puede aceptar el concepto de politeísmo, que es una base común para muchas otras religiones.
• La religión islámica no solo les proporciona conocimiento espiritual, sino que también les enseña qué deben hacer con su vida en este mundo y en el Más Allá, y los guía.
• Mientras que los cristianos afirman que el hombre nace pecador y que su estancia en el mundo tiene como fin expiar y sufrir, la religión islámica afirma que los seres humanos son criaturas inocentes al nacer, que son siervos amados de Allah, que son responsables de su comportamiento al llegar a la pubertad y a la discreción, y que disfrutarán de las infinitas bendiciones del Más Allá si se atienen a la rectitud.
• El Islam no permite que haya una tercera persona entre el siervo y Allah ta’alâ en asuntos relacionados con la adoración, la oración y la oración. Estas prácticas no requieren la intermediación sacerdotal.
• El Islam afirma que todos los musulmanes son hermanos, sin que existan diferencias de raza, color, idioma o país. La religión islámica considera a todos iguales ante Allah ta’alâ. Durante la realización del namâz, una persona de mayor rango se coloca junto a otra, que puede ser de menor rango, una persona rica junto a otra que, quizás, sea el miembro más pobre de la sociedad, y un musulmán blanco junto a uno negro, y al unísono se postran ante Allah ta’alâ.
• Según el Islam, los Profetas (alaihim-us-salâm) son seres humanos como nosotros. Son los seres humanos más superiores en todos los aspectos. Su deber es transmitirnos los mandamientos de Allah ta’alâ. Debido a sus nobles cualidades morales y su elevada naturaleza, Allah los ha elegido y les ha encomendado este deber. La religión islámica reconoce a todos los profetas del pasado (alaihim-us-salawâtu wa-t-taslîmât) y les rinde el debido respeto.
• El Islam es perfectamente lógico. El Corán al-kerîm no contiene un solo principio incomprensible o que contradiga las condiciones de vida o el conocimiento científico. Todos los mandamientos que dicta son sumamente útiles. La religión islámica no encarna ninguna superstición. Principios absurdos como la adoración de ídolos, imágenes e iconos, que solo pueden ser aceptados por tribus primitivas e idólatras, y que aún existen en el cristianismo, no pueden acceder al Islam.
• El cristianismo representa a Allah solo como una fuente de temor. El Islam, en cambio, nos hace amar a Allah. Un musulmán teme que Allah no lo ame.
• Nadie puede obligar a otra persona a convertirse. El ayat doscientos cincuenta y seis de la Sura Baqara del Corán al-kerîm establece el mandato: «La conversión al Islam no debe hacerse por obligación». Por otro lado, los misioneros cristianos intentan cristianizar a la gente mediante la coerción o prometiendo ventajas.
• Los actos de culto islámicos tienen como único fin expresar gratitud a Allah ta’alâ y alcanzar Su Divinidad. Los horarios de oración prescritos instruyen a las personas en el orden y la puntualidad, y el ayuno anual de un mes las capacita para controlar sus tendencias corporales.
• El Islam pone especial énfasis en la limpieza. Es la única religión que ordena realizar cierto tipo de limpieza física antes de un acto de culto. Esta rigurosidad está totalmente ausente en las demás religiones. La brevedad de las oraciones diarias descarta la posibilidad de que sean un impedimento para las tareas cotidianas.
• La formación de buenos hábitos como la ternura, la caridad y la compasión, temas predominantes en los sermones de los clérigos cristianos, pero que nunca practican sus predicadores, y mucho menos quienes los predican, es característica de los musulmanes.
• En el terreno económico, el Islam rechaza tanto el materialismo capitalista como el comunista. Protege a los pobres sin censurar a los ricos. Exige a los ricos pagar el zakât a los pobres. Además, al reunir a musulmanes de diversas naciones y razas del mundo, establece el sistema social más perfecto del mundo [Hajj].
• El Islam prohíbe el consumo de alcohol, juegos de azar y drogas. Los vicios más desastrosos del mundo se originan en estas tres pestes. … =>